DECLARACIONES DEL PRESIDENTE
EN CONFERENCIA DE PRENSA
EN CONFERENCIA DE PRENSA
Sala Este
1:34 p.m. EST
PRESIDENTE: Buenas tardes a todos. Siéntense, por favor. Me han dicho que ustedes tienen algunas preguntas para mí. (Risas.) Déjenme decir algunas cosas al principio y luego les dejo que me pregunten.
Antes que nada, deseo reiterar lo que dije el viernes. Ahora mismo, nuestra economía todavía está recuperándose de una crisis muy profunda y perniciosa; por ello, los empleos y el crecimiento tienen que ser nuestra prioridad. Tenemos que aprovechar el progreso realizado porque esta nación triunfa si contamos con una clase media floreciente y en crecimiento.
Ésa es la idea básica del plan del que hablé en la campaña electoral durante el año pasado: recompensar a los fabricantes y pequeñas empresas que generen empleos aquí y no en el exterior; dar a un mayor número de estadounidenses la oportunidad de adquirir las habilidades que las empresas buscan ahora; mantener la posición de nuestro país a la vanguardia de investigación, tecnología y energía limpia; reconstruir caminos, puentes y escuelas para dar trabajo a nuestros desempleados; reducir el déficit de una manera equilibrada y responsable.
Ahora bien, respecto a este último punto, enfrentamos un plazo muy definido que nos exige tomar algunas decisiones muy importantes sobre empleos, impuestos y déficits antes de fin de año. Ambos partidos votaron a favor de fijar este plazo. Creo que ambos partidos pueden colaborar para tomar esas decisiones de una manera ecuánime y responsable.
Tuve la oportunidad de reunirme con líderes sindicales y cívicos ayer para escuchar sus opiniones. Hoy me reuniré con los directores de algunas de las empresas más importantes de EE. UU. y con los líderes de ambos partidos del Congreso antes del fin de semana, porque trabajar juntos es la única manera de encarar estos retos.
Tal como lo dije antes, estoy dispuesto a establecer compromisos y a escuchar nuevas ideas. En la semana pasada, me animó escuchar a uno y otro líder republicano estar de acuerdo con la necesidad de captar más ingresos de parte de los estadounidenses más pudientes como parte de nuestro cálculo matemático, si es que vamos a actuar con seriedad para reducir el déficit.
Pues hay dos caminos posibles cuando se trata de dirimir el asunto de los impuestos: Opción número uno, si el Congreso no actúa antes de fin de año, los impuestos de todos aumentarán automáticamente, incluido el 98% de los estadounidenses que ganan menos de $250,000 al año y el 97% de las pequeñas empresas que ganan menos de $250,000 al año. Esta opción carece de sentido. Nuestra economía no puede tolerarla en estos momentos. Por cierto, ninguna familia de clase media puede tolerarla en estos momentos. Y ninguno de los representantes de los dos partidos ha expresado que desea ver realizada esa opción.
Opción número dos, aprobar una ley de inmediato para prevenir cualquier tipo de aumento tributario en los primeros $250,000 de los ingresos de todos. A propósito, al decir “todos” me refiero a que todo estadounidense, incluidos los pudientes, van a recibir una reducción tributaria. Significa que el 98% de todos los estadounidenses y el 97% de todas las pequeñas empresas no sufrirán un solo centavo de aumento de sus impuestos. El Senado ya ha aprobado una ley semejante. Los demócratas de la Cámara de Representantes están listos para aprobar una ley semejante. Espero que los republicanos de la Cámara de Representantes se adhieran a la iniciativa también.
No deberíamos tomar de rehenes a la clase media mientras debatimos recortes fiscales para la clase pudiente. Al menos deberíamos obrar en lo que estamos de acuerdo, lo que significa mantener impuestos bajos para la clase media. E invitaré a todos para refrendarla de inmediato para darle a la gente un grado de certidumbre.
No voy a fingir que va a ser fácil resolver todo lo demás, pero tengo la confianza de que lo podemos hacer... y sé que debemos hacerlo. Sé que eso es precisamente lo que el pueblo estadounidense quiere que hagamos. Ése fue el mensaje tan claro que dieron las elecciones de la semana pasada. Y ése fue el mensaje contenido en una carta que recibí este fin de semana.
Me llegó de un señor de Tennessee, quien comenzó diciendo que no había votado a mi favor, lo cual acepto. (Risas.) Pero lo que sí dijo fue que me va a apoyar para avanzar este país, aunque no hubiera votado a mi favor. Y él dijo lo mismo a sus representantes republicanos en Washington. Dijo que él respaldará a cada uno de nosotros, sin importar de qué partido, siempre que colaboremos para mejorar nuestras vidas. Y recalcó que volvería a comunicarse con nosotros si no progresábamos lo suficiente en nuestra colaboración.
Escribió lo siguiente: “Tengo la esperanza de que podamos progresar en vista de principios personales y partidarios, grupos de presión y años de hacer siempre lo mismo. Tenemos que colaborar el uno con el otro y dejar nuestras diferencias de lado”.
Yo no lo podría haber expresado de una mejor manera. Eso es exactamente lo que me propongo hacer.
Terminada esta introducción, comenzaremos con las preguntas que tienen para mí. Empezaré con Ben Feller de AP.
Pregunta: Muchas gracias, Sr. Presidente. ¿Puede asegurarle al pueblo estadounidense que no se ha atentado contra la seguridad nacional ni se ha arriesgado información confidencial en el escándalo que involucran a los generales Petraeus y Allen? Además, ¿piensa que le deberían haber dicho a usted, como comandante en jefe, y al pueblo estadounidense, que el jefe de la CIA estaba bajo investigación antes de las elecciones?
PRESIDENTE: por lo que he visto, no tengo prueba alguna en este momento para afirmar que la divulgación de ningún tipo de información confidencial haya causado algún efecto negativo en nuestra seguridad nacional.
Obviamente, hay una investigación en curso y no deseo hablar sobre los detalles de la misma. El FBI tiene sus propios protocolos de procedimiento y voy a dejar que el Director Mueller y otros examinen esos protocolos y den algunas declaraciones generales al público.
Deseo hacer hincapié en lo que ya he dicho: el general Petraeus ha llevado una carrera extraordinaria. Se distinguió sobremanera en el servicio a este país en Irak, Afganistán y en su puesto como jefe de la CIA. A juzgar por su propia evaluación, él no satisfizo las normas que creía necesarias en su puesto de Director de la CIA en relación con este asunto personal con el cual está lidiando, con su familia y con su esposa. Sobre esta base presentó su renuncia y sobre esa base la acepté.
Sin embargo, deseo enfatizar que él ha prestado un servicio extraordinario al país, al menos como yo lo veo. Nuestro país está más seguro gracias a la obra realizada por Dave Petraeus. Ahora mismo, mi gran esperanza es que él y su familia puedan superar esta situación y que ésta llegue a ser solo un comentario lateral de lo que ha sido una carrera extraordinaria.
Pregunta: ¿Y sobre los votantes? ¿Acaso no merecían saberlo?
PRESIDENTE: Repito, ustedes tendrán que hablar con la FBI en cuanto a los protocolos generales aplicables a lo que comenzó como una posible investigación criminal. Vemos que uno de los desafíos de esta situación es que se supone que no debamos interferir en investigaciones criminales, y así hemos actuado hasta ahora. Creo que tanto la FBI como el Departamento de Justicia siguen procedimientos determinados cuando participan en estas investigaciones. Es la manera tradicional de ver las cosas, en parte porque el individuo es inocente hasta que su culpabilidad sea comprobada y porque deseamos asegurarnos de no prejuzgar estos tipos de situaciones. Por ello, tengo la expectativa de que han observado los protocolos ya establecidos.
Jessica Yellin. ¿Dónde está Jessica?
Pregunta: Sr. Presidente, sobre el acantilado fiscal, usted dijo dos años atrás que no extendería los recortes fiscales de la era Bush, pero eso fue lo que hizo al final. Así que, con todo respeto le pregunto, ¿por qué el pueblo estadounidense y los republicanos van a creer que usted no va a ceder en esta oportunidad?
PRESIDENTE: Hace dos años, la economía se encontraba en una situación distinta. Todavía nos encontrábamos en las primeras etapas de recuperación de la peor crisis económica que nos ha tocado desde la Gran Depresión. Al fin y al cabo, no solo colaboramos para extender los recortes fiscales de la era Bush sino para aplicar una amplia gama de políticas que iban a beneficiar a la economía en ese momento, como extensiones del seguro de desempleo y la extensión de recortes fiscales a las nóminas, las cuales crearon un beneficio. Es parte del motivo por el cual ahora somos testigos de 32 meses seguidos de crecimiento laboral y de la creación de más de 5,5 millones de puestos de trabajo, así como el descenso de la tasa de desempleo.
Pero lo que dije en su momento corresponde a lo que quise decir, que se trataba de una propuesta única. Lo que dije a los líderes en privado y en público es que no podemos costearnos la extensión de los recortes fiscales de la era Bush para beneficiar a la clase pudiente. Lo que sí podemos hacer es asegurarnos de que no suban los impuestos de la clase media.
Por ello, la medida más importante que podemos adoptar ahora mismo, es decir, lo que considero la base de un trato que ayude a la economía, genere puestos de trabajos y dé certidumbre al consumidor (lo cual dará a las empresas la confianza de que van a tener consumidores durante la temporada navideña) es que el digamos de inmediato que el 98% de los estadounidenses no van a sufrir aumento de impuestos y que el 97% de las pequeñas empresas no van a sufrir aumento de impuestos.
Si podemos establecer esta medida, en realidad vamos a eliminar la mitad del acantilado fiscal. Ese solo paso va a eliminar la mitad del peligro que enfrenta nuestra economía.
Luego, lo que podemos hacer es dar forma a un proceso que nos permita examinar la reforma tributaria... un proyecto que tengo mucho entusiasmo por encarar. Creo que podemos simplificar nuestro sistema tributario para que nos rinda más. Podemos eliminar las lagunas jurídicas y las deducciones que distorsionan la economía. Pienso que podemos seguir examinando en qué manera podemos reformar nuestros programas de ayuda social porque los costos de atención de la salud siguen siendo el mayor factor que incrementa nuestros déficits.
Tenemos así un paquete de medidas a establecer y tengo la confianza en que ambos partidos, en que los representantes de buena voluntad de ambos partidos, pueden hacerlo realidad. Pero lo que no voy a hacer es extender los recortes fiscales de la era Bush para el 2% de los más adinerados, una carga que no podemos costear y que, según economistas, afectará de la manera menos positiva a la economía.
Pregunta: Usted dijo que los más adinerados deben pagar más impuestos. ¿Le contentaría eliminar las lagunas jurídicas en lugar de subir las tasas de impuestos para ellos?
PRESIDENTE: Pienso que pueden eliminarse algunas lagunas jurídicas. Debemos examinar en qué manera podemos facilitar y simplificar el proceso de deducciones y el proceso de pagar impuestos. Sin embargo, tratándose del 2% de los más adinerados, lo que no voy a hacer es dar otra extensión de los recortes fiscales a la gente que no los necesita y que nos costaría cerca de un billón de dólares.
Es muy difícil ver cómo puede cubrirse ese billón de dólares, si es que encaramos con seriedad la reducción del déficit, simplemente con la eliminación de lagunas jurídicas y deducciones. Los cálculos matemáticos terminan no dando resultado en ese caso. Pienso que es importante establecer un principio básico, objeto de extensos debates durante esta campaña. Es decir, no debería causarle sorpresa a nadie. Si hubo una cosa que todos entendieron fue la gran diferencia que me separaba del Sr. Romney. Fue revelada cuando se habló de cómo reducir el déficit. Presenté el argumento de enfrentarlo de una manera ecuánime y responsable, la cual incluye asegurarnos de que los estadounidenses más adinerados pagaran un poco más en impuestos.
Pienso que todos los votantes entendieron que se trataba de un debate importante y la mayoría de ellos estuvo de acuerdo conmigo. A propósito, un mayor número de votantes me respaldó en esta cuestión más que el número de votantes que votaron por mí. Entonces, una mayoría bien definida del pueblo estadounidense reconoce que debemos proceder de una manera ecuánime si vamos a actuar seriamente para reducir el déficit.
Ahora bien, lo único que queda por responder es ¿vamos a tomar a la clase media de rehén para avanzar y dejar que ello ocurra? Como alternativa, podemos dar un paso atrás y decir: estamos de acuerdo en este punto y no queremos que suban los impuestos para la clase media. Procedamos y asegurémonos de actuar en consecuencia. Será provechoso para la economía, para el consumidor y para la empresa, y nos distanciará del acantilado fiscal. Comprometámonos también a realizar el paquete más amplio de reducción deficitaria que incluye cambios en los programas de ayuda social y una posible reforma tributaria. Asimismo, estoy dispuesto a examinar pasos adicionales que podamos dar en materia de gastos discrecionales.
Por ello deseo un acuerdo de grandes consecuencias. Deseo un acuerdo integral. Si podemos, al menos en el futuro inmediato, deseo brindar certeza a las empresas y al pueblo estadounidense para podernos concentrar en el crecimiento del empleo, así también invertimos en lo que necesitamos. Ahora mismo, sin embargo, lo que quiero hacer es asegurarnos de que no suban los impuestos de la clase media. Esto se puede hacer muy fácilmente. Lo podemos hacer llegada la semana entrante.
Lori Montenegro, Telemundo.
Pregunta: Muchas gracias, Sr. Presidente. En cuanto a la reforma de inmigración, la crítica que le hicieron antes fue que usted no adelantó proyectos de ley que tuvieran ideas específicas para su aprobación en el Congreso. Esta vez, usted dijo otra vez que la reforma de inmigración será una de sus prioridades en su segundo mandato. ¿Enviará entonces un proyecto de ley al Congreso? ¿Y qué prevé exactamente en esta gran reforma de inmigración? ¿Incluirá un programa de legalización? Además, ¿cuáles son las lecciones, si las hubiera, que los demócratas aprendieron de estas elecciones y del voto latino?
PRESIDENTE: Pienso que el aumento considerable en el número de votantes latinos fue un aspecto increíblemente alentador. Los latinos son el grupo de mayor crecimiento en el país. Desde siempre hemos visto que los votantes latinos votan en proporciones más bajas que la población en general, pero esta realidad está comenzando a cambiar. Estamos comenzando a ver un grado de potenciación y de participación cívica que considero será un factor poderoso y benéfico para el país.
Por ello me siento muy seguro de que podremos lograr la reforma de inmigración. Antes de las elecciones, concedí un par de entrevistas en las que anticipé una notable participación del voto latino y que ello llevaría a los republicanos a reflexionar en cierto modo sobre sus posturas en materia de reforma de inmigración. Creo que ya estamos viendo algo de ello en estos momentos. Es una señal positiva.
La reforma de inmigración no ha sido una cuestión de debate interpartidario desde un punto de vista histórico. El Presidente Bush, John McCain y otros han respaldado una reforma inmigratoria integral en épocas pasadas. Por eso debemos aprovechar la oportunidad que se presenta. Tengo la expectativa de presentar un proyecto de ley y comenzar el proceso correspondiente en el Congreso muy pronto luego del día de mi investidura. De hecho, pienso que ya están ocurriendo algunas conversaciones entre senadores, miembros del Congreso y mi personal sobre las características potenciales de esta reforma.
Y cuando hablo de reforma inmigratoria integral, me refiero a que se parece mucho a las líneas generales de intentos previos para realizar una reforma inmigratoria integral. Pienso que debería incluir una continuación de las medidas estrictas de seguridad fronteriza que ya hemos tomado porque tenemos que asegurar nuestras fronteras. Pienso que debería incluir multas onerosas para las empresas que contratan a sabiendas a trabajadores indocumentados para aprovecharse de ellos. Pienso además que debería establecerse una serie de pasos para otorgar estado legal a quienes ya residen en el país, que no participan en actividades delictivas y que simplemente trabajan. Es importante que ellos paguen impuestos atrasados. Es importante que ellos aprendan inglés. Es importante que ellos paguen una multa posiblemente. Pero pienso que es muy importante darles la forma de resolver su estado legal en este país.
Desde luego, también es muy importante asegurarnos de haber legislado el primer paso que ya hemos tomado en lo administrativo para encargarnos de los niños afectados por la Ley DREAM. Un aspecto que tengo muy claro es que aquellos jóvenes que llegaron al país sin culpa propia, que han ido a la escuela aquí, que han jurado lealtad a nuestra bandera y prestado servicio militar, que quieren ir a la universidad y contribuir al bienestar de nuestra sociedad no tendrían que vivir preocupados por ser deportados. Debemos darles todas las oportunidades posibles para ganarse la ciudadanía
Está claro que hay otros componentes en esta propuesta. La comunidad empresaria sigue expresando su preocupación por la carencia de trabajadores altamente calificados. Creo firmemente que no deberíamos dificultarle la vida aquí a quienes tienen un doctorado en física o en informática que desean residir en este país para iniciar una empresa. Deberíamos tratar de alentarles a contribuir a esta sociedad.
Pienso que el sector agrícola expresa preocupaciones muy específicas en cuanto a asegurarse de tener la mano de obra necesaria para que todos tengamos comida en la mesa.
Por ello, la reforma de inmigración va a consistir en numerosos componentes, pero pienso que el proceso que adoptemos tiene que asegurar firmemente nuestras fronteras, necesita trabajar eficientemente con las empresas empleadores, necesita crear un medio para regularizar la situación de los indocumentados en el país y necesita manejar la situación de los niños afectados por la Ley DREAM. Creo que es una reforma que podemos ejecutar.
Chuck Todd. ¿Dónde está Chuck?
Pregunta: Sr. Presidente, simplemente deseo continuar el tenor de las preguntas formuladas por Ben y Jessica. Una tiene que ver con la pregunta de Ben...
PRESIDENTE: ¿Y qué hay de la pregunta de Lori? ¿Deseas continuar el tema de esa pregunta también? (Risas.)
Pregunta: No, creo que ya contestó a satisfacción esa pregunta.
¿Acaso no va a dar su opinión en cuanto a que si existía la posibilidad, si lo hubiera sabido antes, de que hubiera una investigación para determinar si el Director de la CIA, la posibilidad de que hubiera un atentado contra la seguridad nacional por la conducta del Director de la CIA nombrado por usted? ¿Cree usted que debería haberse enterado antes? ¿No va a formarse una opinión hasta que se termine la investigación de ese asunto?
Y luego una segunda pregunta sobre la pregunta de Jessica: tasas impositivas. ¿Acaso usted... no hay un trato a fin de año si las tasas impositivas aplicables al 2% de los estadounidenses más adinerados no se equiparan a las tasas impositivas de la era Clinton y punto? ¿Nada de peros... ningún grado de flexibilidad a la hora de negociar ese aspecto específico del acantilado fiscal?
PRESIDENTE: En cuanto a la manera en que surgió todo el proceso que involucra al general Petraeus, todavía no puedo darles una opinión. Todavía no tenemos todos los datos, pero deseo decirles que confío muchísimo en general en la FBI y ellos tienen una labor ardua. Por lo tanto, voy a mantener una conducta expectante para ver si hay otros...
Pregunta: ¿... detalles que usted debería haber sabido? ¿Cree que, en retrospectiva...?
PRESIDENTE: Pues bien, Chuck, quiero decir es que, si... también es posible que estarías sentado aquí formulando una pregunta sobre por qué estabas inmiscuyéndote en una investigación criminal si se me hubieran dado más detalles. Por ello, pienso que lo mejor para nosotros es esperar y ver cómo se desenvuelve todo este proceso.
Respecto a las tasas impositivas, deseo recalcar que estoy dispuesto a escuchar nuevas ideas. Si nuestros colegas republicanos o si algunos de los demócratas tienen una idea excelente para aumentar los ingresos del Estado, mantener un carácter progresivo, asegurarse de no perjudicar a la clase media, reducir el déficit, alentar el crecimiento, etc., no voy a cerrarles la puerta en la cara. Deseo escuchar las ideas de todos.
Pregunta: ... la línea infranqueable para negociar el presupuesto.
PRESIDENTE: Miren, creo que se puede resolver. Pienso que las personas imparciales pueden llegar a un acuerdo que no provoque un retorno a la recesión de la economía, que proteja a las familias de la clase media, que se concentre en la creación de empleos y en el crecimiento y que reduzca el déficit del gobierno. Estoy seguro de que se puede lograr.
Mi presupuesto lo logra, hablando con sinceridad. Acepto, claro, no espero que los republicanos simplemente adopten mi presupuesto, pues no es un objetivo realista. Por ello reconozco que ambas partes van a tener que llegar a un compromiso. Tal como dije en la noche del triunfo electoral, es difícil llegar a un compromiso, nadie obtiene el 100% de lo que quiere y nadie va a quedarse completamente contento con el resultado.
Pero lo que no voy a hacer es adoptar un proceso incierto que dé a entender que vamos, más o menos, o de alguna manera, a aumentar los ingresos del Estado mediante análisis dinámico o mediante la eliminación de lagunas jurídicas aún no identificadas. Y el motivo por el cual no voy a hacerlo así es que no quiero que nos encontremos en una posición, en seis meses o en un año, en la que, ¡vaya sorpresa! la única manera de resolver el déficit es cargarlo a las familias de la clase media, o de recargar a las familias afligidas con niños discapacitados o que tienen a un padre o madre en un hogar de ancianos, o que de repente tenemos que reducir aún más nuestro presupuesto básico de investigación, la clave para dar crecimiento a la economía a largo plazo.
Ésa es mi preocupación. Me preocupan menos las líneas infranqueables para negociar el presupuesto, propiamente dichas. Lo que me inquieta es no hallarnos en una situación donde los adinerados no pagan más o no pagan tanto como debieran, en que las familias de la clase media compensan la diferencia de uno u otro modo... ése es el tipo de estado actual de las cosas que se ha perpetuado por demasiado tiempo, precisamente el estado de cosas que combatí durante esta campaña electoral. Y si hay una cosa de la que estoy bien seguro es que el pueblo estadounidense entendió de qué formaban parte cuando me otorgaron este privilegio increíble de continuar en el cargo por cuatro años más.
Quieren compromiso. Quieren acción. Pero también quieren asegurarse de que los de la clase media no aguanten toda la carga y el sacrificio cuando se trata de resolver estos grandes desafíos. Ellos esperan que la gente en la cúspide hagan la parte que le corresponda también. Y ése será mi principio rector durante estas negociaciones, aún más, durante los próximos cuatro años de mi administración.
Nancy Cordes.
Pregunta: Sr. Presidente, en la noche del triunfo electoral, usted dijo que esperaba poder conversar con el gobernador Romney, sentarse juntos dentro de unas semanas para hablar sobre las maneras en que podrían colaborar en la solución de los problemas de la nación. ¿Le ha enviado esa invitación? ¿Aceptó? Además, ¿en qué maneras cree que pueden colaborar?
PRESIDENTE: Todavía no hemos programado nada. Pienso que todos nos hemos olvidado de que apenas ha pasado una semana luego de las elecciones y que... bueno, yo me olvidé. Me olvidé el miércoles. (Risas.) Por eso pienso que todos necesitamos un respiro. Estoy seguro de que el gobernador Romney está pasando tiempo con su familia.
Abrigo la esperanza, sin embargo, de que tendremos la oportunidad de sentarnos a conversar antes de fin de año. La trayectoria del gobernador Romney y sus ideas contienen ciertos aspectos que considero podrían ser muy útiles.
Pregunta: ¿Cuáles son, por ejemplo?
PRESIDENTE: Pues bien, daré un ejemplo, realmente creo que él cumplió una labor exitosa al dirigir las olimpíadas. Y ese conjunto de habilidades para tratar de manejar las cosas con mayor eficiencia se aplica al gobierno federal. Hay muchas ideas que no considero monopolio de ningún partido, simplemente ideas inteligentes para darle al gobierno federal una cara más amigable, consolidar programas duplicados y eliminar desperdicios adicionales. Durante la campaña electoral, él presentó algunas ideas con las que realmente estoy de acuerdo. Por ello me sería muy interesante poder hablar con él sobre tales ideas. Quizás tenga algunas ideas sobre empleos y el crecimiento que ayuden a las familias de la clase media que me interesaría escuchar.
Así que no estoy prejuzgando lo que a él interese hacer ni tampoco estoy sugiriendo que tengo en mente alguna función específica para él. Sin embargo, lo que quiero hacer es escuchar sus ideas y ver si hay algún modo de posible colaboración al respecto.
Pregunta: Pero tratándose de las relaciones que usted tiene con el Congreso, una de las críticas que hemos oído con mayor frecuencia a lo largo de los años de miembros de ambos partidos es que usted no ha hecho lo suficiente para extender una mano y crear relaciones. ¿Tiene planeadas algunas formas concretas para abordar sus relaciones con el Congreso durante su segundo mandato?
PRESIDENTE: Escuchen, pienso que no hay duda alguna en que siempre puedo mejorar. Así, veré maneras para asegurarme de comunicar mi deseo de colaborar con todos, siempre que se trate de progresar en la causa o de fortalecer la clase media y mejorar la economía. Gozo de muchas buenas relaciones con representantes tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Gozo de muchas relaciones en ambos partidos. Estas relaciones no siempre se han manifestado en el tipo de acuerdos que me gustaría ver entre demócratas y republicanos. Por ello, pienso que todos tenemos la responsabilidad de descubrir si hay aspectos en los que podemos mejorar. Y no me excluyo de hacer el esfuerzo necesario para reflexionar y mejorar nuestra relación de trabajo.
Todavía habrá quizás algunas diferencias muy marcadas. Como lo dije durante la campaña electoral, habrá veces en que habrá luchas, luchas que considero necesarias. Pero pienso que el pueblo estadounidense no quiere vernos hacer es concentrarnos en las elecciones próximas en lugar de pensar en el pueblo estadounidense.
Aparte, no tengo más elecciones. La noche pasada, Michelle y yo conversábamos sobre el honor y privilegio extraordinarios de estar en este cargo. Hay personas en todo el país, millones de personas, que lucharon tanto para lograr nuestra reelección, pero también hay millones de personas que no habrán votado por nosotros pero que dependen de nosotros. Consideramos esta responsabilidad con mucha seriedad. Yo considero esta responsabilidad con mucha seriedad. Espero y me propongo ser un presidente aún mejor en este segundo mandato de lo que he sido en el primero.
Jonathan Karl.
Pregunta: Muchas gracias, Sr. Presidente. Los senadores John McCain y Lindsey Graham declararon hoy que desean sostener audiencias al estilo Watergate sobre el ataque sufrido por el consulado estadounidense en Bengasi. Dijeron además que harán todo lo posible para bloquear la nominación de Susan Rice como secretaria de relaciones exteriores si usted procede a nominarla. Tal como el senador Graham afirmó, él simplemente no confía en la embajadora Rice luego de lo que declaró sobre Bengasi. Me gustaría escuchar lo que piensa en respuesta a ello. ¿Acaso esas amenazas le impedirían realizar una nominación como esa?
PRESIDENTE: Primero que nada, no voy a comentar en estos momentos sobre las varias nominaciones que presentaré para ocupar mi gabinete en el segundo mandato. Todavía hay varias cosas objeto de conversaciones.
Permítanme sin embargo hablar específicamente sobre Susan Rice, ella ha realizado una labor ejemplar. Ella ha representado a los Estados Unidos y a nuestros intereses en las Naciones Unidas con competencia, profesionalismo, firmeza y dignidad.
Como ya dije antes, ella compareció a pedido de la Casa Blanca. En dicha audiencia, expresó a su mejor saber y entender la inteligencia que había recibido. Si los senadores McCain y Graham y otros desean perseguir a alguien, que me persigan a mí. Y me encantará poder hablar con ellos sobre el tema. Pero es vergonzoso que ellos persigan a la embajadora estadounidense ante la ONU, que nada tuvo que ver con Bengasi, quien simplemente dio una conferencia basada en la inteligencia que había recibido, y ensuciar su reputación.
Y ahora se acabaron las elecciones. Pienso que nos concierne saber exactamente lo ocurrido en Bengasi. Me dará gusto cooperar en la forma que el Congreso desee que lo haga. Hemos dado cada porción de información que teníamos y seguiremos dando información. Y tenemos una verdadera investigación, toda esa información será desparramada a la vista del Congreso.
No creo que nadie en el país pone en tela de juicio que la muerte de cuatro estadounidenses es un problema serio. Y vamos a llegar al fondo del asunto, es necesario deslindar las responsabilidades. Hemos de llevar a la justicia a los culpables de esas muertes. No me voy a poner a debatir con ellos sobre eso.
Pero si van a perseguir a la embajadora ante la ONU, aparentemente porque creen que es un blanco fácil, entonces van a tener problemas conmigo. Si así lo determino, si creo que ella sería la mejor candidata para prestar servicio a Estados Unidos como secretaria de relaciones exteriores, entonces la nominaré. Pero no es una decisión que ya haya tomado.
Ed Henry.
Pregunta: Deseo secundar a Chuck y hacer una simple pregunta secundaria, es decir, ¿piensa que su victoria decisiva le otorga un mandato no solo en materia tributaria sino en una gama de problemas?
Pero deseo seguir hablando de Bengasi, según lo que Jon preguntó a raíz de lo que usted dijo, si desean perseguirme, que lo hagan. Deseaba preguntarle sobre las familias de estos cuatro estadounidenses que fueron muertos. Ray, el padre de Sean Smith, dijo que cree que su hijo básicamente llamó al 911 pidiendo ayuda pero que no la recibió. Y sé que usted dijo que lamenta la pérdida de estos cuatro estadounidenses, el asunto está bajo investigación, pero sus familias han estado esperando durante más de dos meses. Así que, quisiera que usted, si puede, pudiera dirigirse a las familias. El 11 de septiembre, como comandante en jefe, ¿dio usted órdenes para intentar proteger sus vidas?
PRESIDENTE: Ed, me dirigiré a las familias directamente, como ya lo he hecho, pero no a través de los medios de prensa. Y les daremos toda la información disponible sobre lo que ocurrió ese día. Para eso se está realizando la investigación.
Ya lo dije varias veces, si hay alguien que no cree que hicimos todo lo posible para asegurarnos de que salvábamos las vidas de las personas que envié allá y que estaban cumpliendo misiones en nombre de los Estados Unidos, entonces esa persona no sabe cómo piensa nuestro Departamento de Defensa, cómo piensa nuestro Departamento de Estado o cómo piensa la CIA. Por supuesto, la prioridad eminente de estos organismos es la protección de vidas estadounidenses. De eso se trata nuestro trabajo. Continuemos...
Pregunta: (Inaudible.)
EL PRESIDENTE: Ed, yo presentaré públicamente hasta el detalle más mínimo de información que tengamos. Lo que sí puedo decirte es que, tan pronto supimos que nuestra gente estaba en peligro, mis órdenes a mi equipo de seguridad nacional fueron que hiciéramos todo los que hiciera falta para garantizar que ellos estuvieran seguros. Y esa es la misma orden que yo daría en todo momento que yo viera a algún estadounidense en peligro, ya sea un civil o un militar, puesto que esa es nuestra prioridad principal.
Con respecto al asunto del mandato, tengo un mandato. Tengo un mandato para ayudar a las familias de la clase media y las familias que están esforzándose grandemente por llegar a la clase media. Ese es mi mandato. Eso fue lo que dijo el pueblo estadounidense. Ellos dijeron lo siguiente: Esfuércese mucho por ayudarnos. No se preocupe de la política del asunto; no se preocupe de los intereses de los partidos; no se preocupe de los intereses especiales. Solo esfuércese para ver si nos puede ayudar a ir adelante, puesto que nosotros estamos esforzándonos mucho en todas partes y muchos de nosotros seguimos enfrentando muchas dificultades. Ese es mi mandato.
Yo no pretendo que, debido a que gané las elecciones, de repente todo el mundo esté de acuerdo conmigo en todo. Estoy más que familiarizado con toda la literatura sobre la extralimitación presidencial en los segundos términos. Somos sumamente precavidos en ese aspecto. Por otra parte, la gente no me re-eligió simplemente para que yo disfrutara de la re-elección. La gente me re-eligió para que yo hiciera esfuerzos por las familias y las pequeñas empresas estadounidenses en todo el país que todavía se están recuperando de una pésima recesión, pero que tienen esperanzas sobre el futuro.
Y yo las tengo también. Lo que yo dije durante la campaña que tal vez suena como pura retórica de campaña pero, ahora que se terminó la campaña, lo voy a repetir con la esperanza de que ustedes realmente me crean es que, cuando uno viaja alrededor del país, uso se siente inspirado por la entereza y la resistencia y el trabajo duro y la decencia del pueblo estadounidense. Y eso hace que uno tenga ganas de esforzarse aun más. Uno conoce familias que son, que han vencido situaciones sumamente difíciles y, de alguna forma, están saliendo adelante y logrando que sus hijos asistan a la universidad. Y uno conoce a gente joven que está haciendo una labor increíble en comunidades desfavorecidas porque ellos creen en el ideal americano y que este debe estar al alcance de todos. Y uno conoce a granjeros que se están ayudando unos a otros durante épocas de sequía, y uno conoce negocios que mantuvieron sus puertas abiertas durante la recesión, a pesar de que el dueño no podía pagarse su propio sueldo.
Y, cuando uno conversa con esta gente, uno se dice a sí mismo, caramba, ellos merecen un gobierno mejor del que han tenido hasta ahora. Ellos merecen que todos nosotros aquí en Washington estemos pensando todos y cada uno de los días, cómo podemos lograr que las cosas mejoren un poquito más para ellos, que no quiere decir que todo lo que hagamos va a ser una perfección, ni que no vaya a haber algunos retos monumentales y difíciles a los que tenemos que hacerles frente. Pero yo sé positivamente que el gobierno federal puede marcar una diferencia.
Lo estamos viendo ahora mismo en la costa de New Jersey y en New York. Todavía la gente está viviendo momentos sumamente difíciles; la respuesta no ha sido perfecta, pero ha sido agresiva y enérgica y rápida y vigorosa, y se ha podido ayudar a muchísima gente. Y ahí tenemos una estupenda metáfora sobre cómo yo deseo que opere normalmente el gobierno federal, y voy a hacer todo lo que yo pueda para cerciorarme de que sea así.
Christi Parson. Aquí.
Pregunta: Gracias, Sr. Presidente, y, por cierto, muchas felicidades.
EL PRESIDENTE: Gracias.
Pregunta: Un comentario de seguimiento rápido --
EL PRESIDENTE: Christi estaba allí cuando yo me postulé para el Senado estatal.
Pregunta: Efectivamente, así fue.
EL PRESIDENTE: Así es que Christi y yo nos conocemos desde hace mucho.
Pregunta: Nunca lo he visto perder. Esa única vez yo no estaba mirando. (Risas.)
EL PRESIDENTE: Pues aquí estamos.
Pregunta: Un comentario de seguimiento rápido, y entonces quiero preguntarle sobre Irán. Solo quiero cerciorarme de haber entendido lo que dijo. ¿Puede visualizar una situación en la que efectivamente nos caigamos del precipicio fiscal a final del año?
Y, sobre Irán, ¿está preparando un último empujón diplomático aquí para solucionar el asunto del programa nuclear, y estamos en vías de sostener conversaciones directas individuales?
EL PRESIDENTE: Pues bien, obviamente, todos podemos imaginarnos una situación en que nos caigamos del precipicio fiscal. Si a pesar de las elecciones, si a pesar de los peligros de caernos del precipicio fiscal y lo que esto significa para nuestra economía, existe demasiada terquedad en el Congreso que ni siquiera podemos ponernos de acuerdo para concederles a las familias de la clase media un recorte fiscal, entonces el resultado será que todas las familias de la clase media recibirán un aumento grande de impuestos. Y eso va a ser un golpe bastante duro para ellos, y me sospecho que tendrá un fuerte impacto en la época de compras para las fiestas lo que, a su vez, tendrá un impacto en los planes y la contratación que hagan los negocios, y podemos caer nuevamente en una recesión.
Eso sería algo negativo. Y no es necesario. Así es que quiero decirlo nuevamente: El primer paso que podemos tomar en las próximas semanas, proveerles certeza a las familias de la clase media, que son el 98% de las familias que ganan menos de $250,000 al año y el 97 por ciento de las pequeñas empresas, de que sus impuestos no les subirán ni un centavo el próximo año. Démosles esa certeza ahora mismo. Podemos lograr eso.
Entonces podemos establecer una estructura mediante la que podamos manejar la reforma tributaria, la eliminación de deducciones, el cierre de vacíos legales, la simplificación y el manejo de los subsidios sociales. Y yo estoy listo y dispuesto a hacer grandes compromisos para cerciorarme de que estemos garantizando el tipo de reducciones del déficit que estabilicen nuestro déficit, para comenzar a reducirlo y comenzar a reducir nuestra deuda. Tengo la seguridad de que podemos lograrlo.
Y, tengan presente que yo llevo un par de años viviendo con esto. Yo conozco bastante bien la matemática. Y realmente es aritmética y no cálculo. Hay ciertas cosas difíciles que tenemos que hacer, pero hay una forma de hacerlas sin perjudicar a las familias de la clase media, sin perjudicar a nuestras personas de la tercera edad, sin perjudicar a las familias con hijos discapacitados, y que nos permite continuar invirtiendo en esas cosas que nos hacen crecer, tales como las investigaciones básicas y la educación, y ayudar a los jóvenes a costear sus estudios universitarios. Como ya nos han dicho algunos comentaristas Republicanos, un aumento modesto de impuestos a los ricos no los va a desnivelar; ellos seguirán siendo ricos. Y eso no afectará las inversiones de negocios.
Así es que sabemos cómo hacerlo. Esto es simplemente un asunto de si nos ponemos de acuerdo o no y decidimos decir que tanto los Demócratas como los Republicanos vamos a tomarnos de la mano unos a otros y hacer lo que se debe hacer por el pueblo estadounidense. Y yo tengo la esperanza de que eso sea lo que suceda.
Con respecto a Irán, es mi mayor deseo que haya una solución diplomática al problema. Yo lo dije muy claro antes de la campaña, lo dije muy claro durante la campaña, y lo digo claro ahora después de la campaña: no vamos a permitir que Irán obtenga un arma nuclear. Sin embargo, creo que aún queda un período de tiempo para que solucionemos esto diplomáticamente. Hemos impuesto las sanciones más fuertes de la historia. Esto está teniendo su impacto en la economía de Irán.
Tiene que haber alguna manera en la que ellos puedan disfrutar de una fuerza nuclear pacífica al mismo tiempo que cumplen sus obligaciones internacionales y le proveen garantías evidentes a la comunidad internacional de que no tienen interés en un arma nuclear.
O sea que sí, yo intentaré dar un empujón en los próximos meses para ver si podemos entablar un diálogo entre Irán y no solo nosotros, sino la comunidad internacional, para ver si podemos solucionar este asunto. No puedo prometer que Irán va a tomar el camino que tiene que tomar pero, indiscutiblemente, esa sería la opción preferible.
Pregunta: Y ¿bajo qué circunstancias tendrían lugar las conversaciones individuales?
EL PRESIDENTE: No puedo hablar de los detalles de las negociaciones. Pero creo que es justo decir que queremos solucionar este asunto, y que no vamos a estar restringidos por las delicadezas ni los protocolos diplomáticos. Si Irán tiene interés en querer solucionar esto, ellos se presentarán en ánimo de solucionarlo.
Pregunta: En un punto justamente antes de las elecciones se habló de que las conversaciones podrían ser inminentes.
EL PRESIDENTE: Eso no era verdad, y, hasta el día de hoy, tampoco es verdad.
Voy a aceptar unos cuantos más. Mark Landler. ¿Dónde está Mark? Aquí mismo está, delante de mí.
Pregunta: Gracias, Sr. Presidente. Cuando el Alcalde Bloomberg le manifestó su apoyo hace unas cuantas semanas, este dijo que su motivación se debió a su creencia de que usted haría más que su opositor por hacerle frente a la amenaza del cambio climático. Mañana usted va a visitar la ciudad de New York donde supongo que verá a cierta gente que todavía está sufriendo los efectos del Huracán Sandy, que mucha gente dice que es otra prueba de cómo el calentamiento global está cambiando nuestro clima. ¿Qué piensa usted específicamente hacer durante su segundo mandato para manejar el asunto del cambio climático? Y ¿cree que en Washington existe la intención política de aprobar legislación que podría incluir alguno tipo de impuesto sobre el carbono?
EL PRESIDENTE: Como bien tú sabes, Mark, no le podemos atribuir ningún evento específico del clima al cambio climático. Lo que sí sabemos es que la temperatura en todo el mundo está subiendo más rápido de lo que se predijo incluso hace 10 años. Sí sabemos que el casquete glaciar ártico se está derritiendo más rápido que lo que se predijo incluso hace cinco años. Sí sabemos que ha habido una cantidad extraordinariamente significativa de eventos climáticos graves aquí en América del Norte, pero además alrededor del mundo.
Y yo creo firmemente que el cambio climático es real, que este se impacta debido al comportamiento humano y a las emisiones de carbono. Y, como consecuencia, creo que tenemos una obligación hacia las generaciones futuras de hacer algo al respecto.
Ahora bien, en mi primer mandato, duplicamos las normas de eficiencia del combustible para los autos y camiones. Eso tendrá un impacto. Eso eliminará mucho carbono de la atmósfera. Duplicamos la producción de energía limpia, lo que promete reducir el uso de combustibles fósiles para la generación de la corriente. Y continuamos invirtiendo en tecnologías potencialmente innovadoras que podrían eliminar más carbono de nuestra atmósfera. Sin embargo, no hemos hecho tanto como tenemos que hacer.
Así es que lo que voy a hacer durante las próximas semanas, los próximos meses, es sostener una conversación, una conversación de amplio alcance con científicos, ingenieros, y funcionarios electos para averiguar lo que podemos, qué más podemos hacer para lograr un progreso a corto plazo para reducir los carbonos, y entonces atravesar un proceso de educación que creo que es necesario, para sostener una discusión, una conversación a través de todo el país sobre lo que podemos hacer realistamente a largo plazo para cerciorarnos de que esto no es simplemente algo que le estemos legando a las generaciones futuras que va a resultar sumamente caro y sumamente difícil de manejar.
Yo no tengo idea de lo que los Demócratas ni lo que los Republicanos están listos para hacer en este punto, ya que este es uno de esos asuntos que no es solo un asunto de naturaleza partidista, sino que también creo que hay diferencias regionales. No hay duda alguna de que, para que podamos tomar en serio el cambio climático, tenemos que tomar algunas decisiones políticas difíciles. Y, como es de esperarse, creo que el pueblo estadounidense actualmente ha estado tan concentrado, y continuará estando concentrado en nuestra economía y en los empleos y el crecimiento, que, si el mensaje da a entender de alguna manera que vamos a dejar de prestar atención a los empleos y al crecimiento simplemente para atender el cambio climático, no creo que nadie va a apoyar el tema. Yo no lo voy a apoyar.
Si, por otra parte, podemos crear una agenda que explique que podemos crear empleos, promover el crecimiento y además hacer una diferencia significativa en el cambio climático y ser un líder internacional, creo que eso sí es algo que el pueblo estadounidense apoyaría.
Así es que pueden esperar más noticias de mi parte en los próximos meses y años sobre cómo podemos crear una agenda que consiga el apoyo bipartidista y contribuya a llevar este plan adelante.
Pregunta: Sin embargo, me parece que está indicando que, en el ambiente actual, probablemente aun nos hemos llegado a un consenso sobre algún tipo de ataque.
EL PRESIDENTE: De eso estoy bastante seguro. Y, francamente, todavía estamos tratando de debatir si podemos cerciorarnos de que las familias de la clase media no sufran un aumento de impuestos. Veremos si podemos solucionarlo. Esto debe resultar fácil de hacer. Esto es más difícil, pero es importante porque una de las cosas que no siempre consideramos son los costos que implican estos desastres naturales; simplemente los descartamos como algo que no está conectado con nuestro comportamiento ahora mismo. Y yo creo que, basado en la evidencia que estamos viendo, lo que hagamos ahora va a tener un impacto y un costo a la larga si no hacemos algo al respecto.
Muy bien, una última pregunta. Mark Felsenthal. ¿Dónde está Mark?
Pregunta: Gracias. Sr. Presidente, el régimen de Assad está llevando a cabo medidas de represión contra su gente. Francia ha reconocido a la coalición de la oposición. ¿Qué hace falta para que los Estados Unidos hagan lo mismo? Y, ¿existe algún punto en el que los Estados Unidos considerarían armar a los rebeldes?
EL PRESIDENTE: Creo que yo fui uno de los primeros líderes en el mundo en decir que había que eliminar a Assad, en respuesta a la increíble brutalidad que demostró su gobierno ante lo que inicialmente fueran protestas pacíficas.
Obviamente, la situación en Siria se ha deteriorado desde entonces. Hemos participado extensamente con la comunidad internacional como poderes regionales para ayudar a la oposición. Nos hemos comprometido a cientos de millones de dólares de ayuda humanitaria para ayudar a la gente dentro y fuera de Siria. Constantemente estamos consultando con la oposición sobre cómo ellos pueden organizarse de manera que no se fraccionen y dividan ante el ataque violento del régimen de Assad.
Estamos en estrecho contacto con países tales como Turquía y Jordania cuyas fronteras colindan con Siria y tienen un impacto y, obviamente, Israel, que actualmente tiene profundas inquietudes, al igual que nosotros, por ejemplo, sobre los movimientos de armas químicas que podrían ocurrir en una atmósfera tan caótica y que podrían tener un impacto no solo dentro de Siria sino en toda la región.
Me siento alentado de ver que la oposición siria creó un grupo matriz que puede tener una mayor cohesión que la que han tenido hasta ahora. Vamos a hablar con ellos. Mis emisarios van a viajar a diversas reuniones que van a tener lugar con la comunidad internacional y con la oposición.
Los consideramos como representantes legítimos del pueblo sirio. No estamos aun preparados para reconocerlos como un tipo de gobierno en el exilio, pero sí consideramos que es un grupo representativo de amplio alcance. Una de las cuestiones que vamos a continuar presionando es cerciorarnos de que la oposición esté comprometida con una Siria que sea democrática, de carácter integral y moderada.
Hemos visto elementos extremistas que se han insinuado como miembros de la oposición, y una de las cosas con las que tenemos que tener cuidado, especialmente cuando comencemos a hablar sobre la armamentación de los miembros de la oposición, es que no pongamos indirectamente armas en manos de gente que le haría daño a los estadounidenses, o que le haría daño a los israelitas, o que participe en acciones que vayan en detrimento de nuestra seguridad nacional.
De manera que constantemente estamos explorando y haciendo gestiones en ese asunto. Mientras mayor sea nuestra participación, mejor será nuestra posición para cerciorarnos de que estemos fomentando a los elementos más moderados y juiciosos de la oposición que estén comprometidos con la inclusión, la observación de los derechos humanos, y una colaboración a largo plazo con nosotros.
Muchísimas gracias.
Pregunta: -- el aspecto de gastos del precipicio fiscal. Sobre los gastos, el disparador de $1.2 billones, ¿es esto algo que usted considera que tiene un componente a corto plazo, porque recuerdo que usted dijo que no estaba sucediendo? --
EL PRESIDENTE: Magnífica pregunta, pero estableceríamos un pésimo precedente si yo te respondo la pregunta solo porque la hiciste a gritos. (Risas.)
Así es que muchas gracias a todos.
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