Declaraciones Del Presidente En Conferencia De Prensa | The White House:
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE
EN CONFERENCIA DE PRENSA
Sala Este
1:34 p.m. EST
PRESIDENTE: Buenas tardes a todos. SiĂ©ntense, por favor. Me han dicho que ustedes tienen algunas preguntas para mĂ. (Risas.) DĂ©jenme decir algunas cosas al principio y luego les dejo que me pregunten.
Antes que nada, deseo reiterar lo que dije el viernes. Ahora mismo, nuestra economĂa todavĂa está recuperándose de una crisis muy profunda y perniciosa; por ello, los empleos y el crecimiento tienen que ser nuestra prioridad. Tenemos que aprovechar el progreso realizado porque esta naciĂłn triunfa si contamos con una clase media floreciente y en crecimiento.
Ésa es la idea básica del plan del que hablĂ© en la campaña electoral durante el año pasado: recompensar a los fabricantes y pequeñas empresas que generen empleos aquĂ y no en el exterior; dar a un mayor nĂşmero de estadounidenses la oportunidad de adquirir las habilidades que las empresas buscan ahora; mantener la posiciĂłn de nuestro paĂs a la vanguardia de investigaciĂłn, tecnologĂa y energĂa limpia; reconstruir caminos, puentes y escuelas para dar trabajo a nuestros desempleados; reducir el dĂ©ficit de una manera equilibrada y responsable.
Ahora bien, respecto a este último punto, enfrentamos un plazo muy definido que nos exige tomar algunas decisiones muy importantes sobre empleos, impuestos y déficits antes de fin de año. Ambos partidos votaron a favor de fijar este plazo. Creo que ambos partidos pueden colaborar para tomar esas decisiones de una manera ecuánime y responsable.
Tuve la oportunidad de reunirme con lĂderes sindicales y cĂvicos ayer para escuchar sus opiniones. Hoy me reunirĂ© con los directores de algunas de las empresas más importantes de EE. UU. y con los lĂderes de ambos partidos del Congreso antes del fin de semana, porque trabajar juntos es la Ăşnica manera de encarar estos retos.
Tal como lo dije antes, estoy dispuesto a establecer compromisos y a escuchar nuevas ideas. En la semana pasada, me animĂł escuchar a uno y otro lĂder republicano estar de acuerdo con la necesidad de captar más ingresos de parte de los estadounidenses más pudientes como parte de nuestro cálculo matemático, si es que vamos a actuar con seriedad para reducir el dĂ©ficit.
Pues hay dos caminos posibles cuando se trata de dirimir el asunto de los impuestos: OpciĂłn nĂşmero uno, si el Congreso no actĂşa antes de fin de año, los impuestos de todos aumentarán automáticamente, incluido el 98% de los estadounidenses que ganan menos de $250,000 al año y el 97% de las pequeñas empresas que ganan menos de $250,000 al año. Esta opciĂłn carece de sentido. Nuestra economĂa no puede tolerarla en estos momentos. Por cierto, ninguna familia de clase media puede tolerarla en estos momentos. Y ninguno de los representantes de los dos partidos ha expresado que desea ver realizada esa opciĂłn.
OpciĂłn nĂşmero dos, aprobar una ley de inmediato para prevenir cualquier tipo de aumento tributario en los primeros $250,000 de los ingresos de todos. A propĂłsito, al decir “todos” me refiero a que todo estadounidense, incluidos los pudientes, van a recibir una reducciĂłn tributaria. Significa que el 98% de todos los estadounidenses y el 97% de todas las pequeñas empresas no sufrirán un solo centavo de aumento de sus impuestos. El Senado ya ha aprobado una ley semejante. Los demĂłcratas de la Cámara de Representantes están listos para aprobar una ley semejante. Espero que los republicanos de la Cámara de Representantes se adhieran a la iniciativa tambiĂ©n.
No deberĂamos tomar de rehenes a la clase media mientras debatimos recortes fiscales para la clase pudiente. Al menos deberĂamos obrar en lo que estamos de acuerdo, lo que significa mantener impuestos bajos para la clase media. E invitarĂ© a todos para refrendarla de inmediato para darle a la gente un grado de certidumbre.
No voy a fingir que va a ser fácil resolver todo lo demás, pero tengo la confianza de que lo podemos hacer... y sé que debemos hacerlo. Sé que eso es precisamente lo que el pueblo estadounidense quiere que hagamos. Ése fue el mensaje tan claro que dieron las elecciones de la semana pasada. Y ése fue el mensaje contenido en una carta que recibà este fin de semana.
Me llegĂł de un señor de Tennessee, quien comenzĂł diciendo que no habĂa votado a mi favor, lo cual acepto. (Risas.) Pero lo que sĂ dijo fue que me va a apoyar para avanzar este paĂs, aunque no hubiera votado a mi favor. Y Ă©l dijo lo mismo a sus representantes republicanos en Washington. Dijo que Ă©l respaldará a cada uno de nosotros, sin importar de quĂ© partido, siempre que colaboremos para mejorar nuestras vidas. Y recalcĂł que volverĂa a comunicarse con nosotros si no progresábamos lo suficiente en nuestra colaboraciĂłn.
EscribiĂł lo siguiente: “Tengo la esperanza de que podamos progresar en vista de principios personales y partidarios, grupos de presiĂłn y años de hacer siempre lo mismo. Tenemos que colaborar el uno con el otro y dejar nuestras diferencias de lado”.
Yo no lo podrĂa haber expresado de una mejor manera. Eso es exactamente lo que me propongo hacer.
Terminada esta introducciĂłn, comenzaremos con las preguntas que tienen para mĂ. EmpezarĂ© con Ben Feller de AP.
Pregunta: Muchas gracias, Sr. Presidente. ¿Puede asegurarle al pueblo estadounidense que no se ha atentado contra la seguridad nacional ni se ha arriesgado informaciĂłn confidencial en el escándalo que involucran a los generales Petraeus y Allen? Además, ¿piensa que le deberĂan haber dicho a usted, como comandante en jefe, y al pueblo estadounidense, que el jefe de la CIA estaba bajo investigaciĂłn antes de las elecciones?
PRESIDENTE: por lo que he visto, no tengo prueba alguna en este momento para afirmar que la divulgaciĂłn de ningĂşn tipo de informaciĂłn confidencial haya causado algĂşn efecto negativo en nuestra seguridad nacional.
Obviamente, hay una investigaciĂłn en curso y no deseo hablar sobre los detalles de la misma. El FBI tiene sus propios protocolos de procedimiento y voy a dejar que el Director Mueller y otros examinen esos protocolos y den algunas declaraciones generales al pĂşblico.
Deseo hacer hincapiĂ© en lo que ya he dicho: el general Petraeus ha llevado una carrera extraordinaria. Se distinguiĂł sobremanera en el servicio a este paĂs en Irak, Afganistán y en su puesto como jefe de la CIA. A juzgar por su propia evaluaciĂłn, Ă©l no satisfizo las normas que creĂa necesarias en su puesto de Director de la CIA en relaciĂłn con este asunto personal con el cual está lidiando, con su familia y con su esposa. Sobre esta base presentĂł su renuncia y sobre esa base la aceptĂ©.
Sin embargo, deseo enfatizar que Ă©l ha prestado un servicio extraordinario al paĂs, al menos como yo lo veo. Nuestro paĂs está más seguro gracias a la obra realizada por Dave Petraeus. Ahora mismo, mi gran esperanza es que Ă©l y su familia puedan superar esta situaciĂłn y que Ă©sta llegue a ser solo un comentario lateral de lo que ha sido una carrera extraordinaria.
Pregunta: ¿Y sobre los votantes? ¿Acaso no merecĂan saberlo?
PRESIDENTE: Repito, ustedes tendrán que hablar con la FBI en cuanto a los protocolos generales aplicables a lo que comenzĂł como una posible investigaciĂłn criminal. Vemos que uno de los desafĂos de esta situaciĂłn es que se supone que no debamos interferir en investigaciones criminales, y asĂ hemos actuado hasta ahora. Creo que tanto la FBI como el Departamento de Justicia siguen procedimientos determinados cuando participan en estas investigaciones. Es la manera tradicional de ver las cosas, en parte porque el individuo es inocente hasta que su culpabilidad sea comprobada y porque deseamos asegurarnos de no prejuzgar estos tipos de situaciones. Por ello, tengo la expectativa de que han observado los protocolos ya establecidos.
Jessica Yellin. ¿DĂłnde está Jessica?
Pregunta: Sr. Presidente, sobre el acantilado fiscal, usted dijo dos años atrás que no extenderĂa los recortes fiscales de la era Bush, pero eso fue lo que hizo al final. AsĂ que, con todo respeto le pregunto, ¿por quĂ© el pueblo estadounidense y los republicanos van a creer que usted no va a ceder en esta oportunidad?
PRESIDENTE: Hace dos años, la economĂa se encontraba en una situaciĂłn distinta. TodavĂa nos encontrábamos en las primeras etapas de recuperaciĂłn de la peor crisis econĂłmica que nos ha tocado desde la Gran DepresiĂłn. Al fin y al cabo, no solo colaboramos para extender los recortes fiscales de la era Bush sino para aplicar una amplia gama de polĂticas que iban a beneficiar a la economĂa en ese momento, como extensiones del seguro de desempleo y la extensiĂłn de recortes fiscales a las nĂłminas, las cuales crearon un beneficio. Es parte del motivo por el cual ahora somos testigos de 32 meses seguidos de crecimiento laboral y de la creaciĂłn de más de 5,5 millones de puestos de trabajo, asĂ como el descenso de la tasa de desempleo.
Pero lo que dije en su momento corresponde a lo que quise decir, que se trataba de una propuesta Ăşnica. Lo que dije a los lĂderes en privado y en pĂşblico es que no podemos costearnos la extensiĂłn de los recortes fiscales de la era Bush para beneficiar a la clase pudiente. Lo que sĂ podemos hacer es asegurarnos de que no suban los impuestos de la clase media.
Por ello, la medida más importante que podemos adoptar ahora mismo, es decir, lo que considero la base de un trato que ayude a la economĂa, genere puestos de trabajos y dĂ© certidumbre al consumidor (lo cual dará a las empresas la confianza de que van a tener consumidores durante la temporada navideña) es que el digamos de inmediato que el 98% de los estadounidenses no van a sufrir aumento de impuestos y que el 97% de las pequeñas empresas no van a sufrir aumento de impuestos.
Si podemos establecer esta medida, en realidad vamos a eliminar la mitad del acantilado fiscal. Ese solo paso va a eliminar la mitad del peligro que enfrenta nuestra economĂa.
Luego, lo que podemos hacer es dar forma a un proceso que nos permita examinar la reforma tributaria... un proyecto que tengo mucho entusiasmo por encarar. Creo que podemos simplificar nuestro sistema tributario para que nos rinda más. Podemos eliminar las lagunas jurĂdicas y las deducciones que distorsionan la economĂa. Pienso que podemos seguir examinando en quĂ© manera podemos reformar nuestros programas de ayuda social porque los costos de atenciĂłn de la salud siguen siendo el mayor factor que incrementa nuestros dĂ©ficits.
Tenemos asĂ un paquete de medidas a establecer y tengo la confianza en que ambos partidos, en que los representantes de buena voluntad de ambos partidos, pueden hacerlo realidad. Pero lo que no voy a hacer es extender los recortes fiscales de la era Bush para el 2% de los más adinerados, una carga que no podemos costear y que, segĂşn economistas, afectará de la manera menos positiva a la economĂa.
Pregunta: Usted dijo que los más adinerados deben pagar más impuestos. ¿Le contentarĂa eliminar las lagunas jurĂdicas en lugar de subir las tasas de impuestos para ellos?
PRESIDENTE: Pienso que pueden eliminarse algunas lagunas jurĂdicas. Debemos examinar en quĂ© manera podemos facilitar y simplificar el proceso de deducciones y el proceso de pagar impuestos. Sin embargo, tratándose del 2% de los más adinerados, lo que no voy a hacer es dar otra extensiĂłn de los recortes fiscales a la gente que no los necesita y que nos costarĂa cerca de un billĂłn de dĂłlares.
Es muy difĂcil ver cĂłmo puede cubrirse ese billĂłn de dĂłlares, si es que encaramos con seriedad la reducciĂłn del dĂ©ficit, simplemente con la eliminaciĂłn de lagunas jurĂdicas y deducciones. Los cálculos matemáticos terminan no dando resultado en ese caso. Pienso que es importante establecer un principio básico, objeto de extensos debates durante esta campaña. Es decir, no deberĂa causarle sorpresa a nadie. Si hubo una cosa que todos entendieron fue la gran diferencia que me separaba del Sr. Romney. Fue revelada cuando se hablĂł de cĂłmo reducir el dĂ©ficit. PresentĂ© el argumento de enfrentarlo de una manera ecuánime y responsable, la cual incluye asegurarnos de que los estadounidenses más adinerados pagaran un poco más en impuestos.
Pienso que todos los votantes entendieron que se trataba de un debate importante y la mayorĂa de ellos estuvo de acuerdo conmigo. A propĂłsito, un mayor nĂşmero de votantes me respaldĂł en esta cuestiĂłn más que el nĂşmero de votantes que votaron por mĂ. Entonces, una mayorĂa bien definida del pueblo estadounidense reconoce que debemos proceder de una manera ecuánime si vamos a actuar seriamente para reducir el dĂ©ficit.
Ahora bien, lo Ăşnico que queda por responder es ¿vamos a tomar a la clase media de rehĂ©n para avanzar y dejar que ello ocurra? Como alternativa, podemos dar un paso atrás y decir: estamos de acuerdo en este punto y no queremos que suban los impuestos para la clase media. Procedamos y asegurĂ©monos de actuar en consecuencia. Será provechoso para la economĂa, para el consumidor y para la empresa, y nos distanciará del acantilado fiscal. Comprometámonos tambiĂ©n a realizar el paquete más amplio de reducciĂłn deficitaria que incluye cambios en los programas de ayuda social y una posible reforma tributaria. Asimismo, estoy dispuesto a examinar pasos adicionales que podamos dar en materia de gastos discrecionales.
Por ello deseo un acuerdo de grandes consecuencias. Deseo un acuerdo integral. Si podemos, al menos en el futuro inmediato, deseo brindar certeza a las empresas y al pueblo estadounidense para podernos concentrar en el crecimiento del empleo, asà también invertimos en lo que necesitamos. Ahora mismo, sin embargo, lo que quiero hacer es asegurarnos de que no suban los impuestos de la clase media. Esto se puede hacer muy fácilmente. Lo podemos hacer llegada la semana entrante.
Lori Montenegro, Telemundo.
Pregunta: Muchas gracias, Sr. Presidente. En cuanto a la reforma de inmigraciĂłn, la crĂtica que le hicieron antes fue que usted no adelantĂł proyectos de ley que tuvieran ideas especĂficas para su aprobaciĂłn en el Congreso. Esta vez, usted dijo otra vez que la reforma de inmigraciĂłn será una de sus prioridades en su segundo mandato. ¿Enviará entonces un proyecto de ley al Congreso? ¿Y quĂ© prevĂ© exactamente en esta gran reforma de inmigraciĂłn? ¿Incluirá un programa de legalizaciĂłn? Además, ¿cuáles son las lecciones, si las hubiera, que los demĂłcratas aprendieron de estas elecciones y del voto latino?
PRESIDENTE: Pienso que el aumento considerable en el nĂşmero de votantes latinos fue un aspecto increĂblemente alentador. Los latinos son el grupo de mayor crecimiento en el paĂs. Desde siempre hemos visto que los votantes latinos votan en proporciones más bajas que la poblaciĂłn en general, pero esta realidad está comenzando a cambiar. Estamos comenzando a ver un grado de potenciaciĂłn y de participaciĂłn cĂvica que considero será un factor poderoso y benĂ©fico para el paĂs.
Por ello me siento muy seguro de que podremos lograr la reforma de inmigraciĂłn. Antes de las elecciones, concedĂ un par de entrevistas en las que anticipĂ© una notable participaciĂłn del voto latino y que ello llevarĂa a los republicanos a reflexionar en cierto modo sobre sus posturas en materia de reforma de inmigraciĂłn. Creo que ya estamos viendo algo de ello en estos momentos. Es una señal positiva.
La reforma de inmigraciĂłn no ha sido una cuestiĂłn de debate interpartidario desde un punto de vista histĂłrico. El Presidente Bush, John McCain y otros han respaldado una reforma inmigratoria integral en Ă©pocas pasadas. Por eso debemos aprovechar la oportunidad que se presenta. Tengo la expectativa de presentar un proyecto de ley y comenzar el proceso correspondiente en el Congreso muy pronto luego del dĂa de mi investidura. De hecho, pienso que ya están ocurriendo algunas conversaciones entre senadores, miembros del Congreso y mi personal sobre las caracterĂsticas potenciales de esta reforma.
Y cuando hablo de reforma inmigratoria integral, me refiero a que se parece mucho a las lĂneas generales de intentos previos para realizar una reforma inmigratoria integral. Pienso que deberĂa incluir una continuaciĂłn de las medidas estrictas de seguridad fronteriza que ya hemos tomado porque tenemos que asegurar nuestras fronteras. Pienso que deberĂa incluir multas onerosas para las empresas que contratan a sabiendas a trabajadores indocumentados para aprovecharse de ellos. Pienso además que deberĂa establecerse una serie de pasos para otorgar estado legal a quienes ya residen en el paĂs, que no participan en actividades delictivas y que simplemente trabajan. Es importante que ellos paguen impuestos atrasados. Es importante que ellos aprendan inglĂ©s. Es importante que ellos paguen una multa posiblemente. Pero pienso que es muy importante darles la forma de resolver su estado legal en este paĂs.
Desde luego, tambiĂ©n es muy importante asegurarnos de haber legislado el primer paso que ya hemos tomado en lo administrativo para encargarnos de los niños afectados por la Ley DREAM. Un aspecto que tengo muy claro es que aquellos jĂłvenes que llegaron al paĂs sin culpa propia, que han ido a la escuela aquĂ, que han jurado lealtad a nuestra bandera y prestado servicio militar, que quieren ir a la universidad y contribuir al bienestar de nuestra sociedad no tendrĂan que vivir preocupados por ser deportados. Debemos darles todas las oportunidades posibles para ganarse la ciudadanĂa
Está claro que hay otros componentes en esta propuesta. La comunidad empresaria sigue expresando su preocupaciĂłn por la carencia de trabajadores altamente calificados. Creo firmemente que no deberĂamos dificultarle la vida aquĂ a quienes tienen un doctorado en fĂsica o en informática que desean residir en este paĂs para iniciar una empresa. DeberĂamos tratar de alentarles a contribuir a esta sociedad.
Pienso que el sector agrĂcola expresa preocupaciones muy especĂficas en cuanto a asegurarse de tener la mano de obra necesaria para que todos tengamos comida en la mesa.
Por ello, la reforma de inmigraciĂłn va a consistir en numerosos componentes, pero pienso que el proceso que adoptemos tiene que asegurar firmemente nuestras fronteras, necesita trabajar eficientemente con las empresas empleadores, necesita crear un medio para regularizar la situaciĂłn de los indocumentados en el paĂs y necesita manejar la situaciĂłn de los niños afectados por la Ley DREAM. Creo que es una reforma que podemos ejecutar.
Chuck Todd. ¿DĂłnde está Chuck?
Pregunta: Sr. Presidente, simplemente deseo continuar el tenor de las preguntas formuladas por Ben y Jessica. Una tiene que ver con la pregunta de Ben...
PRESIDENTE: ¿Y quĂ© hay de la pregunta de Lori? ¿Deseas continuar el tema de esa pregunta tambiĂ©n? (Risas.)
Pregunta: No, creo que ya contestĂł a satisfacciĂłn esa pregunta.
¿Acaso no va a dar su opiniĂłn en cuanto a que si existĂa la posibilidad, si lo hubiera sabido antes, de que hubiera una investigaciĂłn para determinar si el Director de la CIA, la posibilidad de que hubiera un atentado contra la seguridad nacional por la conducta del Director de la CIA nombrado por usted? ¿Cree usted que deberĂa haberse enterado antes? ¿No va a formarse una opiniĂłn hasta que se termine la investigaciĂłn de ese asunto?
Y luego una segunda pregunta sobre la pregunta de Jessica: tasas impositivas. ¿Acaso usted... no hay un trato a fin de año si las tasas impositivas aplicables al 2% de los estadounidenses más adinerados no se equiparan a las tasas impositivas de la era Clinton y punto? ¿Nada de peros... ningĂşn grado de flexibilidad a la hora de negociar ese aspecto especĂfico del acantilado fiscal?
PRESIDENTE: En cuanto a la manera en que surgiĂł todo el proceso que involucra al general Petraeus, todavĂa no puedo darles una opiniĂłn. TodavĂa no tenemos todos los datos, pero deseo decirles que confĂo muchĂsimo en general en la FBI y ellos tienen una labor ardua. Por lo tanto, voy a mantener una conducta expectante para ver si hay otros...
Pregunta: ¿... detalles que usted deberĂa haber sabido? ¿Cree que, en retrospectiva...?
PRESIDENTE: Pues bien, Chuck, quiero decir es que, si... tambiĂ©n es posible que estarĂas sentado aquĂ formulando una pregunta sobre por quĂ© estabas inmiscuyĂ©ndote en una investigaciĂłn criminal si se me hubieran dado más detalles. Por ello, pienso que lo mejor para nosotros es esperar y ver cĂłmo se desenvuelve todo este proceso.
Respecto a las tasas impositivas, deseo recalcar que estoy dispuesto a escuchar nuevas ideas. Si nuestros colegas republicanos o si algunos de los demócratas tienen una idea excelente para aumentar los ingresos del Estado, mantener un carácter progresivo, asegurarse de no perjudicar a la clase media, reducir el déficit, alentar el crecimiento, etc., no voy a cerrarles la puerta en la cara. Deseo escuchar las ideas de todos.
Pregunta: ... la lĂnea infranqueable para negociar el presupuesto.
PRESIDENTE: Miren, creo que se puede resolver. Pienso que las personas imparciales pueden llegar a un acuerdo que no provoque un retorno a la recesiĂłn de la economĂa, que proteja a las familias de la clase media, que se concentre en la creaciĂłn de empleos y en el crecimiento y que reduzca el dĂ©ficit del gobierno. Estoy seguro de que se puede lograr.
Mi presupuesto lo logra, hablando con sinceridad. Acepto, claro, no espero que los republicanos simplemente adopten mi presupuesto, pues no es un objetivo realista. Por ello reconozco que ambas partes van a tener que llegar a un compromiso. Tal como dije en la noche del triunfo electoral, es difĂcil llegar a un compromiso, nadie obtiene el 100% de lo que quiere y nadie va a quedarse completamente contento con el resultado.
Pero lo que no voy a hacer es adoptar un proceso incierto que dĂ© a entender que vamos, más o menos, o de alguna manera, a aumentar los ingresos del Estado mediante análisis dinámico o mediante la eliminaciĂłn de lagunas jurĂdicas aĂşn no identificadas. Y el motivo por el cual no voy a hacerlo asĂ es que no quiero que nos encontremos en una posiciĂłn, en seis meses o en un año, en la que, ¡vaya sorpresa! la Ăşnica manera de resolver el dĂ©ficit es cargarlo a las familias de la clase media, o de recargar a las familias afligidas con niños discapacitados o que tienen a un padre o madre en un hogar de ancianos, o que de repente tenemos que reducir aĂşn más nuestro presupuesto básico de investigaciĂłn, la clave para dar crecimiento a la economĂa a largo plazo.
Ésa es mi preocupaciĂłn. Me preocupan menos las lĂneas infranqueables para negociar el presupuesto, propiamente dichas. Lo que me inquieta es no hallarnos en una situaciĂłn donde los adinerados no pagan más o no pagan tanto como debieran, en que las familias de la clase media compensan la diferencia de uno u otro modo... Ă©se es el tipo de estado actual de las cosas que se ha perpetuado por demasiado tiempo, precisamente el estado de cosas que combatĂ durante esta campaña electoral. Y si hay una cosa de la que estoy bien seguro es que el pueblo estadounidense entendiĂł de quĂ© formaban parte cuando me otorgaron este privilegio increĂble de continuar en el cargo por cuatro años más.
Quieren compromiso. Quieren acciĂłn. Pero tambiĂ©n quieren asegurarse de que los de la clase media no aguanten toda la carga y el sacrificio cuando se trata de resolver estos grandes desafĂos. Ellos esperan que la gente en la cĂşspide hagan la parte que le corresponda tambiĂ©n. Y Ă©se será mi principio rector durante estas negociaciones, aĂşn más, durante los prĂłximos cuatro años de mi administraciĂłn.
Nancy Cordes.
Pregunta: Sr. Presidente, en la noche del triunfo electoral, usted dijo que esperaba poder conversar con el gobernador Romney, sentarse juntos dentro de unas semanas para hablar sobre las maneras en que podrĂan colaborar en la soluciĂłn de los problemas de la naciĂłn. ¿Le ha enviado esa invitaciĂłn? ¿AceptĂł? Además, ¿en quĂ© maneras cree que pueden colaborar?
PRESIDENTE: TodavĂa no hemos programado nada. Pienso que todos nos hemos olvidado de que apenas ha pasado una semana luego de las elecciones y que... bueno, yo me olvidĂ©. Me olvidĂ© el miĂ©rcoles. (Risas.) Por eso pienso que todos necesitamos un respiro. Estoy seguro de que el gobernador Romney está pasando tiempo con su familia.
Abrigo la esperanza, sin embargo, de que tendremos la oportunidad de sentarnos a conversar antes de fin de año. La trayectoria del gobernador Romney y sus ideas contienen ciertos aspectos que considero podrĂan ser muy Ăştiles.
Pregunta: ¿Cuáles son, por ejemplo?
PRESIDENTE: Pues bien, darĂ© un ejemplo, realmente creo que Ă©l cumpliĂł una labor exitosa al dirigir las olimpĂadas. Y ese conjunto de habilidades para tratar de manejar las cosas con mayor eficiencia se aplica al gobierno federal. Hay muchas ideas que no considero monopolio de ningĂşn partido, simplemente ideas inteligentes para darle al gobierno federal una cara más amigable, consolidar programas duplicados y eliminar desperdicios adicionales. Durante la campaña electoral, Ă©l presentĂł algunas ideas con las que realmente estoy de acuerdo. Por ello me serĂa muy interesante poder hablar con Ă©l sobre tales ideas. Quizás tenga algunas ideas sobre empleos y el crecimiento que ayuden a las familias de la clase media que me interesarĂa escuchar.
AsĂ que no estoy prejuzgando lo que a Ă©l interese hacer ni tampoco estoy sugiriendo que tengo en mente alguna funciĂłn especĂfica para Ă©l. Sin embargo, lo que quiero hacer es escuchar sus ideas y ver si hay algĂşn modo de posible colaboraciĂłn al respecto.
Pregunta: Pero tratándose de las relaciones que usted tiene con el Congreso, una de las crĂticas que hemos oĂdo con mayor frecuencia a lo largo de los años de miembros de ambos partidos es que usted no ha hecho lo suficiente para extender una mano y crear relaciones. ¿Tiene planeadas algunas formas concretas para abordar sus relaciones con el Congreso durante su segundo mandato?
PRESIDENTE: Escuchen, pienso que no hay duda alguna en que siempre puedo mejorar. AsĂ, verĂ© maneras para asegurarme de comunicar mi deseo de colaborar con todos, siempre que se trate de progresar en la causa o de fortalecer la clase media y mejorar la economĂa. Gozo de muchas buenas relaciones con representantes tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado. Gozo de muchas relaciones en ambos partidos. Estas relaciones no siempre se han manifestado en el tipo de acuerdos que me gustarĂa ver entre demĂłcratas y republicanos. Por ello, pienso que todos tenemos la responsabilidad de descubrir si hay aspectos en los que podemos mejorar. Y no me excluyo de hacer el esfuerzo necesario para reflexionar y mejorar nuestra relaciĂłn de trabajo.
TodavĂa habrá quizás algunas diferencias muy marcadas. Como lo dije durante la campaña electoral, habrá veces en que habrá luchas, luchas que considero necesarias. Pero pienso que el pueblo estadounidense no quiere vernos hacer es concentrarnos en las elecciones prĂłximas en lugar de pensar en el pueblo estadounidense.
Aparte, no tengo más elecciones. La noche pasada, Michelle y yo conversábamos sobre el honor y privilegio extraordinarios de estar en este cargo. Hay personas en todo el paĂs, millones de personas, que lucharon tanto para lograr nuestra reelecciĂłn, pero tambiĂ©n hay millones de personas que no habrán votado por nosotros pero que dependen de nosotros. Consideramos esta responsabilidad con mucha seriedad. Yo considero esta responsabilidad con mucha seriedad. Espero y me propongo ser un presidente aĂşn mejor en este segundo mandato de lo que he sido en el primero.
Jonathan Karl.
Pregunta: Muchas gracias, Sr. Presidente. Los senadores John McCain y Lindsey Graham declararon hoy que desean sostener audiencias al estilo Watergate sobre el ataque sufrido por el consulado estadounidense en Bengasi. Dijeron además que harán todo lo posible para bloquear la nominaciĂłn de Susan Rice como secretaria de relaciones exteriores si usted procede a nominarla. Tal como el senador Graham afirmĂł, Ă©l simplemente no confĂa en la embajadora Rice luego de lo que declarĂł sobre Bengasi. Me gustarĂa escuchar lo que piensa en respuesta a ello. ¿Acaso esas amenazas le impedirĂan realizar una nominaciĂłn como esa?
PRESIDENTE: Primero que nada, no voy a comentar en estos momentos sobre las varias nominaciones que presentarĂ© para ocupar mi gabinete en el segundo mandato. TodavĂa hay varias cosas objeto de conversaciones.
PermĂtanme sin embargo hablar especĂficamente sobre Susan Rice, ella ha realizado una labor ejemplar. Ella ha representado a los Estados Unidos y a nuestros intereses en las Naciones Unidas con competencia, profesionalismo, firmeza y dignidad.
Como ya dije antes, ella compareciĂł a pedido de la Casa Blanca. En dicha audiencia, expresĂł a su mejor saber y entender la inteligencia que habĂa recibido. Si los senadores McCain y Graham y otros desean perseguir a alguien, que me persigan a mĂ. Y me encantará poder hablar con ellos sobre el tema. Pero es vergonzoso que ellos persigan a la embajadora estadounidense ante la ONU, que nada tuvo que ver con Bengasi, quien simplemente dio una conferencia basada en la inteligencia que habĂa recibido, y ensuciar su reputaciĂłn.
Y ahora se acabaron las elecciones. Pienso que nos concierne saber exactamente lo ocurrido en Bengasi. Me dará gusto cooperar en la forma que el Congreso desee que lo haga. Hemos dado cada porciĂłn de informaciĂłn que tenĂamos y seguiremos dando informaciĂłn. Y tenemos una verdadera investigaciĂłn, toda esa informaciĂłn será desparramada a la vista del Congreso.
No creo que nadie en el paĂs pone en tela de juicio que la muerte de cuatro estadounidenses es un problema serio. Y vamos a llegar al fondo del asunto, es necesario deslindar las responsabilidades. Hemos de llevar a la justicia a los culpables de esas muertes. No me voy a poner a debatir con ellos sobre eso.
Pero si van a perseguir a la embajadora ante la ONU, aparentemente porque creen que es un blanco fácil, entonces van a tener problemas conmigo. Si asĂ lo determino, si creo que ella serĂa la mejor candidata para prestar servicio a Estados Unidos como secretaria de relaciones exteriores, entonces la nominarĂ©. Pero no es una decisiĂłn que ya haya tomado.
Ed Henry.
Pregunta: Deseo secundar a Chuck y hacer una simple pregunta secundaria, es decir, ¿piensa que su victoria decisiva le otorga un mandato no solo en materia tributaria sino en una gama de problemas?
Pero deseo seguir hablando de Bengasi, segĂşn lo que Jon preguntĂł a raĂz de lo que usted dijo, si desean perseguirme, que lo hagan. Deseaba preguntarle sobre las familias de estos cuatro estadounidenses que fueron muertos. Ray, el padre de Sean Smith, dijo que cree que su hijo básicamente llamĂł al 911 pidiendo ayuda pero que no la recibiĂł. Y sĂ© que usted dijo que lamenta la pĂ©rdida de estos cuatro estadounidenses, el asunto está bajo investigaciĂłn, pero sus familias han estado esperando durante más de dos meses. AsĂ que, quisiera que usted, si puede, pudiera dirigirse a las familias. El 11 de septiembre, como comandante en jefe, ¿dio usted Ăłrdenes para intentar proteger sus vidas?
PRESIDENTE: Ed, me dirigirĂ© a las familias directamente, como ya lo he hecho, pero no a travĂ©s de los medios de prensa. Y les daremos toda la informaciĂłn disponible sobre lo que ocurriĂł ese dĂa. Para eso se está realizando la investigaciĂłn.
Ya lo dije varias veces, si hay alguien que no cree que hicimos todo lo posible para asegurarnos de que salvábamos las vidas de las personas que envié allá y que estaban cumpliendo misiones en nombre de los Estados Unidos, entonces esa persona no sabe cómo piensa nuestro Departamento de Defensa, cómo piensa nuestro Departamento de Estado o cómo piensa la CIA. Por supuesto, la prioridad eminente de estos organismos es la protección de vidas estadounidenses. De eso se trata nuestro trabajo. Continuemos...
Pregunta: (Inaudible.)
EL PRESIDENTE: Ed, yo presentarĂ© pĂşblicamente hasta el detalle más mĂnimo de informaciĂłn que tengamos. Lo que sĂ puedo decirte es que, tan pronto supimos que nuestra gente estaba en peligro, mis Ăłrdenes a mi equipo de seguridad nacional fueron que hiciĂ©ramos todo los que hiciera falta para garantizar que ellos estuvieran seguros. Y esa es la misma orden que yo darĂa en todo momento que yo viera a algĂşn estadounidense en peligro, ya sea un civil o un militar, puesto que esa es nuestra prioridad principal.
Con respecto al asunto del mandato, tengo un mandato. Tengo un mandato para ayudar a las familias de la clase media y las familias que están esforzándose grandemente por llegar a la clase media. Ese es mi mandato. Eso fue lo que dijo el pueblo estadounidense. Ellos dijeron lo siguiente: EsfuĂ©rcese mucho por ayudarnos. No se preocupe de la polĂtica del asunto; no se preocupe de los intereses de los partidos; no se preocupe de los intereses especiales. Solo esfuĂ©rcese para ver si nos puede ayudar a ir adelante, puesto que nosotros estamos esforzándonos mucho en todas partes y muchos de nosotros seguimos enfrentando muchas dificultades. Ese es mi mandato.
Yo no pretendo que, debido a que ganĂ© las elecciones, de repente todo el mundo estĂ© de acuerdo conmigo en todo. Estoy más que familiarizado con toda la literatura sobre la extralimitaciĂłn presidencial en los segundos tĂ©rminos. Somos sumamente precavidos en ese aspecto. Por otra parte, la gente no me re-eligiĂł simplemente para que yo disfrutara de la re-elecciĂłn. La gente me re-eligiĂł para que yo hiciera esfuerzos por las familias y las pequeñas empresas estadounidenses en todo el paĂs que todavĂa se están recuperando de una pĂ©sima recesiĂłn, pero que tienen esperanzas sobre el futuro.
Y yo las tengo tambiĂ©n. Lo que yo dije durante la campaña que tal vez suena como pura retĂłrica de campaña pero, ahora que se terminĂł la campaña, lo voy a repetir con la esperanza de que ustedes realmente me crean es que, cuando uno viaja alrededor del paĂs, uso se siente inspirado por la entereza y la resistencia y el trabajo duro y la decencia del pueblo estadounidense. Y eso hace que uno tenga ganas de esforzarse aun más. Uno conoce familias que son, que han vencido situaciones sumamente difĂciles y, de alguna forma, están saliendo adelante y logrando que sus hijos asistan a la universidad. Y uno conoce a gente joven que está haciendo una labor increĂble en comunidades desfavorecidas porque ellos creen en el ideal americano y que este debe estar al alcance de todos. Y uno conoce a granjeros que se están ayudando unos a otros durante Ă©pocas de sequĂa, y uno conoce negocios que mantuvieron sus puertas abiertas durante la recesiĂłn, a pesar de que el dueño no podĂa pagarse su propio sueldo.
Y, cuando uno conversa con esta gente, uno se dice a sĂ mismo, caramba, ellos merecen un gobierno mejor del que han tenido hasta ahora. Ellos merecen que todos nosotros aquĂ en Washington estemos pensando todos y cada uno de los dĂas, cĂłmo podemos lograr que las cosas mejoren un poquito más para ellos, que no quiere decir que todo lo que hagamos va a ser una perfecciĂłn, ni que no vaya a haber algunos retos monumentales y difĂciles a los que tenemos que hacerles frente. Pero yo sĂ© positivamente que el gobierno federal puede marcar una diferencia.
Lo estamos viendo ahora mismo en la costa de New Jersey y en New York. TodavĂa la gente está viviendo momentos sumamente difĂciles; la respuesta no ha sido perfecta, pero ha sido agresiva y enĂ©rgica y rápida y vigorosa, y se ha podido ayudar a muchĂsima gente. Y ahĂ tenemos una estupenda metáfora sobre cĂłmo yo deseo que opere normalmente el gobierno federal, y voy a hacer todo lo que yo pueda para cerciorarme de que sea asĂ.
Christi Parson. AquĂ.
Pregunta: Gracias, Sr. Presidente, y, por cierto, muchas felicidades.
EL PRESIDENTE: Gracias.
Pregunta: Un comentario de seguimiento rápido --
EL PRESIDENTE: Christi estaba allà cuando yo me postulé para el Senado estatal.
Pregunta: Efectivamente, asĂ fue.
EL PRESIDENTE: AsĂ es que Christi y yo nos conocemos desde hace mucho.
Pregunta: Nunca lo he visto perder. Esa Ăşnica vez yo no estaba mirando. (Risas.)
EL PRESIDENTE: Pues aquĂ estamos.
Pregunta: Un comentario de seguimiento rápido, y entonces quiero preguntarle sobre Irán. Solo quiero cerciorarme de haber entendido lo que dijo. ¿Puede visualizar una situaciĂłn en la que efectivamente nos caigamos del precipicio fiscal a final del año?
Y, sobre Irán, ¿está preparando un Ăşltimo empujĂłn diplomático aquĂ para solucionar el asunto del programa nuclear, y estamos en vĂas de sostener conversaciones directas individuales?
EL PRESIDENTE: Pues bien, obviamente, todos podemos imaginarnos una situaciĂłn en que nos caigamos del precipicio fiscal. Si a pesar de las elecciones, si a pesar de los peligros de caernos del precipicio fiscal y lo que esto significa para nuestra economĂa, existe demasiada terquedad en el Congreso que ni siquiera podemos ponernos de acuerdo para concederles a las familias de la clase media un recorte fiscal, entonces el resultado será que todas las familias de la clase media recibirán un aumento grande de impuestos. Y eso va a ser un golpe bastante duro para ellos, y me sospecho que tendrá un fuerte impacto en la Ă©poca de compras para las fiestas lo que, a su vez, tendrá un impacto en los planes y la contrataciĂłn que hagan los negocios, y podemos caer nuevamente en una recesiĂłn.
Eso serĂa algo negativo. Y no es necesario. AsĂ es que quiero decirlo nuevamente: El primer paso que podemos tomar en las prĂłximas semanas, proveerles certeza a las familias de la clase media, que son el 98% de las familias que ganan menos de $250,000 al año y el 97 por ciento de las pequeñas empresas, de que sus impuestos no les subirán ni un centavo el prĂłximo año. DĂ©mosles esa certeza ahora mismo. Podemos lograr eso.
Entonces podemos establecer una estructura mediante la que podamos manejar la reforma tributaria, la eliminaciĂłn de deducciones, el cierre de vacĂos legales, la simplificaciĂłn y el manejo de los subsidios sociales. Y yo estoy listo y dispuesto a hacer grandes compromisos para cerciorarme de que estemos garantizando el tipo de reducciones del dĂ©ficit que estabilicen nuestro dĂ©ficit, para comenzar a reducirlo y comenzar a reducir nuestra deuda. Tengo la seguridad de que podemos lograrlo.
Y, tengan presente que yo llevo un par de años viviendo con esto. Yo conozco bastante bien la matemática. Y realmente es aritmĂ©tica y no cálculo. Hay ciertas cosas difĂciles que tenemos que hacer, pero hay una forma de hacerlas sin perjudicar a las familias de la clase media, sin perjudicar a nuestras personas de la tercera edad, sin perjudicar a las familias con hijos discapacitados, y que nos permite continuar invirtiendo en esas cosas que nos hacen crecer, tales como las investigaciones básicas y la educaciĂłn, y ayudar a los jĂłvenes a costear sus estudios universitarios. Como ya nos han dicho algunos comentaristas Republicanos, un aumento modesto de impuestos a los ricos no los va a desnivelar; ellos seguirán siendo ricos. Y eso no afectará las inversiones de negocios.
AsĂ es que sabemos cĂłmo hacerlo. Esto es simplemente un asunto de si nos ponemos de acuerdo o no y decidimos decir que tanto los DemĂłcratas como los Republicanos vamos a tomarnos de la mano unos a otros y hacer lo que se debe hacer por el pueblo estadounidense. Y yo tengo la esperanza de que eso sea lo que suceda.
Con respecto a Irán, es mi mayor deseo que haya una soluciĂłn diplomática al problema. Yo lo dije muy claro antes de la campaña, lo dije muy claro durante la campaña, y lo digo claro ahora despuĂ©s de la campaña: no vamos a permitir que Irán obtenga un arma nuclear. Sin embargo, creo que aĂşn queda un perĂodo de tiempo para que solucionemos esto diplomáticamente. Hemos impuesto las sanciones más fuertes de la historia. Esto está teniendo su impacto en la economĂa de Irán.
Tiene que haber alguna manera en la que ellos puedan disfrutar de una fuerza nuclear pacĂfica al mismo tiempo que cumplen sus obligaciones internacionales y le proveen garantĂas evidentes a la comunidad internacional de que no tienen interĂ©s en un arma nuclear.
O sea que sĂ, yo intentarĂ© dar un empujĂłn en los prĂłximos meses para ver si podemos entablar un diálogo entre Irán y no solo nosotros, sino la comunidad internacional, para ver si podemos solucionar este asunto. No puedo prometer que Irán va a tomar el camino que tiene que tomar pero, indiscutiblemente, esa serĂa la opciĂłn preferible.
Pregunta: Y ¿bajo quĂ© circunstancias tendrĂan lugar las conversaciones individuales?
EL PRESIDENTE: No puedo hablar de los detalles de las negociaciones. Pero creo que es justo decir que queremos solucionar este asunto, y que no vamos a estar restringidos por las delicadezas ni los protocolos diplomáticos. Si Irán tiene interés en querer solucionar esto, ellos se presentarán en ánimo de solucionarlo.
Pregunta: En un punto justamente antes de las elecciones se hablĂł de que las conversaciones podrĂan ser inminentes.
EL PRESIDENTE: Eso no era verdad, y, hasta el dĂa de hoy, tampoco es verdad.
Voy a aceptar unos cuantos más. Mark Landler. ¿DĂłnde está Mark? AquĂ mismo está, delante de mĂ.
Pregunta: Gracias, Sr. Presidente. Cuando el Alcalde Bloomberg le manifestĂł su apoyo hace unas cuantas semanas, este dijo que su motivaciĂłn se debiĂł a su creencia de que usted harĂa más que su opositor por hacerle frente a la amenaza del cambio climático. Mañana usted va a visitar la ciudad de New York donde supongo que verá a cierta gente que todavĂa está sufriendo los efectos del Huracán Sandy, que mucha gente dice que es otra prueba de cĂłmo el calentamiento global está cambiando nuestro clima. ¿QuĂ© piensa usted especĂficamente hacer durante su segundo mandato para manejar el asunto del cambio climático? Y ¿cree que en Washington existe la intenciĂłn polĂtica de aprobar legislaciĂłn que podrĂa incluir alguno tipo de impuesto sobre el carbono?
EL PRESIDENTE: Como bien tĂş sabes, Mark, no le podemos atribuir ningĂşn evento especĂfico del clima al cambio climático. Lo que sĂ sabemos es que la temperatura en todo el mundo está subiendo más rápido de lo que se predijo incluso hace 10 años. SĂ sabemos que el casquete glaciar ártico se está derritiendo más rápido que lo que se predijo incluso hace cinco años. SĂ sabemos que ha habido una cantidad extraordinariamente significativa de eventos climáticos graves aquĂ en AmĂ©rica del Norte, pero además alrededor del mundo.
Y yo creo firmemente que el cambio climático es real, que este se impacta debido al comportamiento humano y a las emisiones de carbono. Y, como consecuencia, creo que tenemos una obligación hacia las generaciones futuras de hacer algo al respecto.
Ahora bien, en mi primer mandato, duplicamos las normas de eficiencia del combustible para los autos y camiones. Eso tendrá un impacto. Eso eliminará mucho carbono de la atmĂłsfera. Duplicamos la producciĂłn de energĂa limpia, lo que promete reducir el uso de combustibles fĂłsiles para la generaciĂłn de la corriente. Y continuamos invirtiendo en tecnologĂas potencialmente innovadoras que podrĂan eliminar más carbono de nuestra atmĂłsfera. Sin embargo, no hemos hecho tanto como tenemos que hacer.
AsĂ es que lo que voy a hacer durante las prĂłximas semanas, los prĂłximos meses, es sostener una conversaciĂłn, una conversaciĂłn de amplio alcance con cientĂficos, ingenieros, y funcionarios electos para averiguar lo que podemos, quĂ© más podemos hacer para lograr un progreso a corto plazo para reducir los carbonos, y entonces atravesar un proceso de educaciĂłn que creo que es necesario, para sostener una discusiĂłn, una conversaciĂłn a travĂ©s de todo el paĂs sobre lo que podemos hacer realistamente a largo plazo para cerciorarnos de que esto no es simplemente algo que le estemos legando a las generaciones futuras que va a resultar sumamente caro y sumamente difĂcil de manejar.
Yo no tengo idea de lo que los DemĂłcratas ni lo que los Republicanos están listos para hacer en este punto, ya que este es uno de esos asuntos que no es solo un asunto de naturaleza partidista, sino que tambiĂ©n creo que hay diferencias regionales. No hay duda alguna de que, para que podamos tomar en serio el cambio climático, tenemos que tomar algunas decisiones polĂticas difĂciles. Y, como es de esperarse, creo que el pueblo estadounidense actualmente ha estado tan concentrado, y continuará estando concentrado en nuestra economĂa y en los empleos y el crecimiento, que, si el mensaje da a entender de alguna manera que vamos a dejar de prestar atenciĂłn a los empleos y al crecimiento simplemente para atender el cambio climático, no creo que nadie va a apoyar el tema. Yo no lo voy a apoyar.
Si, por otra parte, podemos crear una agenda que explique que podemos crear empleos, promover el crecimiento y además hacer una diferencia significativa en el cambio climático y ser un lĂder internacional, creo que eso sĂ es algo que el pueblo estadounidense apoyarĂa.
Asà es que pueden esperar más noticias de mi parte en los próximos meses y años sobre cómo podemos crear una agenda que consiga el apoyo bipartidista y contribuya a llevar este plan adelante.
Pregunta: Sin embargo, me parece que está indicando que, en el ambiente actual, probablemente aun nos hemos llegado a un consenso sobre algún tipo de ataque.
EL PRESIDENTE: De eso estoy bastante seguro. Y, francamente, todavĂa estamos tratando de debatir si podemos cerciorarnos de que las familias de la clase media no sufran un aumento de impuestos. Veremos si podemos solucionarlo. Esto debe resultar fácil de hacer. Esto es más difĂcil, pero es importante porque una de las cosas que no siempre consideramos son los costos que implican estos desastres naturales; simplemente los descartamos como algo que no está conectado con nuestro comportamiento ahora mismo. Y yo creo que, basado en la evidencia que estamos viendo, lo que hagamos ahora va a tener un impacto y un costo a la larga si no hacemos algo al respecto.
Muy bien, una Ăşltima pregunta. Mark Felsenthal. ¿DĂłnde está Mark?
Pregunta: Gracias. Sr. Presidente, el rĂ©gimen de Assad está llevando a cabo medidas de represiĂłn contra su gente. Francia ha reconocido a la coaliciĂłn de la oposiciĂłn. ¿QuĂ© hace falta para que los Estados Unidos hagan lo mismo? Y, ¿existe algĂşn punto en el que los Estados Unidos considerarĂan armar a los rebeldes?
EL PRESIDENTE: Creo que yo fui uno de los primeros lĂderes en el mundo en decir que habĂa que eliminar a Assad, en respuesta a la increĂble brutalidad que demostrĂł su gobierno ante lo que inicialmente fueran protestas pacĂficas.
Obviamente, la situación en Siria se ha deteriorado desde entonces. Hemos participado extensamente con la comunidad internacional como poderes regionales para ayudar a la oposición. Nos hemos comprometido a cientos de millones de dólares de ayuda humanitaria para ayudar a la gente dentro y fuera de Siria. Constantemente estamos consultando con la oposición sobre cómo ellos pueden organizarse de manera que no se fraccionen y dividan ante el ataque violento del régimen de Assad.
Estamos en estrecho contacto con paĂses tales como TurquĂa y Jordania cuyas fronteras colindan con Siria y tienen un impacto y, obviamente, Israel, que actualmente tiene profundas inquietudes, al igual que nosotros, por ejemplo, sobre los movimientos de armas quĂmicas que podrĂan ocurrir en una atmĂłsfera tan caĂłtica y que podrĂan tener un impacto no solo dentro de Siria sino en toda la regiĂłn.
Me siento alentado de ver que la oposiciĂłn siria creĂł un grupo matriz que puede tener una mayor cohesiĂłn que la que han tenido hasta ahora. Vamos a hablar con ellos. Mis emisarios van a viajar a diversas reuniones que van a tener lugar con la comunidad internacional y con la oposiciĂłn.
Los consideramos como representantes legĂtimos del pueblo sirio. No estamos aun preparados para reconocerlos como un tipo de gobierno en el exilio, pero sĂ consideramos que es un grupo representativo de amplio alcance. Una de las cuestiones que vamos a continuar presionando es cerciorarnos de que la oposiciĂłn estĂ© comprometida con una Siria que sea democrática, de carácter integral y moderada.
Hemos visto elementos extremistas que se han insinuado como miembros de la oposiciĂłn, y una de las cosas con las que tenemos que tener cuidado, especialmente cuando comencemos a hablar sobre la armamentaciĂłn de los miembros de la oposiciĂłn, es que no pongamos indirectamente armas en manos de gente que le harĂa daño a los estadounidenses, o que le harĂa daño a los israelitas, o que participe en acciones que vayan en detrimento de nuestra seguridad nacional.
De manera que constantemente estamos explorando y haciendo gestiones en ese asunto. Mientras mayor sea nuestra participación, mejor será nuestra posición para cerciorarnos de que estemos fomentando a los elementos más moderados y juiciosos de la oposición que estén comprometidos con la inclusión, la observación de los derechos humanos, y una colaboración a largo plazo con nosotros.
MuchĂsimas gracias.
Pregunta: -- el aspecto de gastos del precipicio fiscal. Sobre los gastos, el disparador de $1.2 billones, ¿es esto algo que usted considera que tiene un componente a corto plazo, porque recuerdo que usted dijo que no estaba sucediendo? --
EL PRESIDENTE: MagnĂfica pregunta, pero establecerĂamos un pĂ©simo precedente si yo te respondo la pregunta solo porque la hiciste a gritos. (Risas.)
AsĂ es que muchas gracias a todos.
END 2:26 P.M. EST